No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
(Nehemías 8:10b)
La lectura de la Palabra de Dios trajo convicción al corazón del pueblo de Israel. Se postraron a una ante Dios en adoración, reconociendo que necesitaban volver al Señor. Habían ignorado los mandatos de Dios y eso los entristeció. Ahora se daban cuenta de que debían obedecer a Dios y vivir dentro de su voluntad.
A Dios le agradó la actitud de ellos y los animó a través de Nehemías: «No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza».
Dios también te escucha cuando te acercas a él arrepentido. Él está atento a tu clamor y te ayudará a obedecerlo. Vive en humildad y adoración ante el Señor. Ve ante él y recibe hoy su gozo. ¡Fortalécete en el Señor!